El cepillo dental, uno de los grandes inventos de la humanidad

A veces las cosas más simples son las más importantes y el cepillo dental está considerado uno de los grandes inventos de la humanidad. No nos imaginamos nuestras vidas sin la utilización del cepillo dental, una instrumento imprescindible para lavar los dientes, las encías, el paladar y la lengua.

En una encuesta del Índice de Inventos Lemelson – MIT, del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), el cepillo dental se erigió como campeón indiscutible entre todos los inventos imprescindibles para los norteamericanos, venciendo al automóvil, a la computadora personal, al teléfono celular y al horno de microondas.

A continuación te invitamos a leer un poco más sobre este interesante tema.

La higiene bucal en la antigüedad

Hace unos 11000 años con la invención del fuego, que permitió a los primeros humanos cocinar los alimentos naturales que consumían, comenzó la verdadera odisea en la salud de las dentaduras y las encías.

Cocinar produjo un incremento sustancial del almidón en los alimentos, un componente bastante agresivo para los dientes.

Siglos después, con los asentamientos agrícolas, el cultivo verduras o frutas dulces y, sobre todo, de la caña de azúcar o remolacha, el incremento de los danos bucales se hizo patente y fue necesario recurrir a decenas de remedios o prácticas a lo largo de la historia que permitieran higienizar la cavidad bucal e, incluso, el mal aliento.

Múltiples investigaciones muestran que antiguamente se utilizaron objetos rudimentarios de la naturaleza para mantener la higiene bucodental, como masticar corteza o palos con extremos deshilachados, plumas, espinas de pescado y púas de puercoespín. Actualmente hay tribus de Australia y África que siguen utilizando estas técnicas.

En el antiguo Egipto utilizaban una crema dental llamada ‘clister’, que se aplicaba con los dedos, fabricada con pezuñas de buey, sal, pimienta, mirra, cáscara de huevo quemada, agua y piedra pómez, que saborizaban con menta o esencia de flores.

cepillo dental - miswak

Los habitantes de la Península Arábiga, el Cuerno de África, África del Norte, partes del Sahel, el subcontinente indio, Asia Central y el sudeste asiático tradicionalmente se limpiaban los dientes con el miswak o siwak, palitos masticables gruesos que se deshilachan en la punta, hechos con la rama del árbol Salvadora Pérsica o Arak, que posee propiedades antibacterianas, antifúngicas, antivirales, cariogénicas, antiplaca, antioxidantes, analgésicas y antiinflamatorias.

En la antigua Roma se incentivaba la higiene dental utilizando como dentífrico la orina que, al contener grandes cantidades de amoniaco, permite limpiar gracias a sus propiedades blanqueadoras. La fórmula original de esta pasta, recomendada por el médico Escribonius, contenía vinagre, miel, sal y cristal machacado.

Nace el primer cepillo dental

En el año 1223 el maestro zen japonés Dogen Kigen escribió haber visto a monjes chinos usar una especie de cepillos para lavar sus dientes, hechos con pelo de cola de caballo y hueso de buey.

cepillo dental - china

Sin embargo, no fue hasta 1498 cuando el emperador chino Hongzhi patentó este invento, que consistía de un mango de bambú, hueso o marfil al que se le tejían cerdas de pelos del cuello de los cerdos que provenían de lugares fríos como Mongolia y Siberia, ya que éstas eran mucho más duras y resistentes que las de otros miembros de su especie. Igualmente se confeccionaban con cerdas de otros animales, como el jabalí, el caballo y el tejón.

El cepillo dental viaja al mundo occidental

Luego, a través de las rutas comerciales, los mercaderes introdujeron este cepillo dental primitivo en Europa en el siglo XVII. Al principio no tuvo gran aceptación, ya que jugaba en su contra la dureza de las fibras de los cerdos, que generaban irritación y malestar bucal, y terminó siendo rechazado por la mayoría.

Para lograr aceptación, se empezaron a utilizar fibras menos dañinas, como las de crin de caballo, pero esto los hacía instrumentos dentales muy costosos, por lo que eran reservados para los reyes y personas de la clase alta.

cepillo dental - napoleon bonaparte 1795
Cepillo dental de Napoleón Bonaparte, fechado en 1795.

En 1723 Pierre Fauchard, el llamado padre de la odontología moderna, ofreció la primera disertación sobre el cepillo dental en Europa, no recomendando su uso por ineficiente, pero sí la frotación diaria de los dientes y encías con esponjas naturales.

El cepillo dental se masifica

En 1780 William Addis, un empresario inglés, reinventa el cepillo al crear uno muy parecido al moderno durante su estancia en la cárcel de Newgate, gracias a observar el uso de una escoba para barrer el suelo. Para lograr su idea perforó un hueso que le había sobrado de la cena e introdujo en él unas cerdas proporcionadas por sus guardianes, que finalmente selló con pegamento. Tras su liberación decidió comercializar el invento y fundó la compañía Addis, que actualmente fabrica cerca de 70 millones de cepillos de dientes al año bajo el nombre de Wisdom Toothbrush en el Reino Unido.

cepillo dental - Addis

En realidad, ninguna de las variantes de cepillos dentales creadas hasta entonces los hacían instrumentos muy higiénicos o seguros.

En el siglo XIX el gran bacteriólogo francés Louis Pasteur hizo conciencia a los odontólogos sobre los riesgos de las prácticas dentales con materiales inadecuados, y los dentistas de esa época comprobaron que los cepillos de pelo animal eran una fuente de microbios, por su porosidad y mantenimiento de la humedad.

Por ello, para evitar infecciones en las encías a partir de bacterias y hongos, se empezó a recomendar la esterilización de los cepillos con agua hirviendo, lo que los tornaba aún más blandos, endebles y su tiempo útil terminaba demasiado pronto.

El cepillo dental se reinventa

El cepillo dental moderno no llegó hasta el siglo XX, exactamente en 1935, cuando el químico estadounidense Wallace Hume Carothers desarrolló el nylon para los Laboratorios DuPont y se empezaron a aplicar nuevas tecnologías. En 1938 se lanza al mercado el llamado cepillo milagro del Dr. West.

cepillo dental - doctor_west

El nylon, además de ser un material flexible y poco deformable, favorecía múltiples ventajas en el cepillo dental ya que, después de utilizarse, se secaba rápidamente eliminando los riesgos de contraer infecciones por gérmenes y bacterias y, al tener las cerdas fusionadas al mango del cepillo, se evitaba su usual desprendimiento en las versiones previas.

Pero su ligera dureza tampoco lo hacía del todo agradable y, aunque con menor envergadura, aún continuaba dañando las encías.

Ante las críticas del gremio dental respecto a la dureza de la fibra introducida por DuPont, esta firma empieza a confeccionar en 1950 el cepillo Park Avenue, utilizando cerdas de plástico suave y flexible,  siendo ésta su mejor actualización como instrumento dental, adaptándose a las necesidades de cada persona con los distintos grados de rigidez.

cepillo dental - moderno 1

En 1954 se crea el cepillo dental eléctrico para personas con limitaciones motoras o con ortodoncia, pero enseguida su uso se extendió debido a las ventajas que ofrecía frente a los cepillos manuales. En 1960, la estadounidense Squibb Company inventa el Broxodent (Broxo Electric Toothbrush), el primer cepillo dental eléctrico de uso popular, perfeccionado  a posteriori por la compañía General Electric.

cepillo dental - Broxodent (2)

En 1987 se presentó el primer cepillo dental eléctrico para uso doméstico de acción rotatoria.

Hoy podemos encontrar los cepillos dentales iónicos, que no necesitan usar pastas de dientes, con nanomineral en la punta de las cerdas o que usan energía solar.

cepillo dental - moderno 2

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